¡Hola a todos!
A mi me gustan muchísimo las quichés, aunque en casa parece que no les hacían mucha gracia pero el otro día tenía unos calabacines de la huerta de mi padre que estaban a punto de ponerse feos y antes de terminar haciendo el típico puré o rodajas de calabacín rebozadas encontré aquí esta receta y me animé a prepararla y os puedo garantizar que fue un éxito absoluto.
INGREDIENTES:
- 1 paquete de masa quebrada.
- 300 ml de agua.
- 2 calabacines grandes cortados en trozos.
- 1 cebolla cortada en cuartos.
- 80 gramos de bacon en taquitos.
- 50 gramos de aceite de oliva.
- 30 gramos de maicena.
- 70 gramos de leche.
- 4 huevos.
- 50 gramos de queso rallado.
- Sal al gusto.
- Pimienta al gusto.
MANOS A LA OBRA:
- Ponemos el agua en el vaso y lo cerramos. Colocamos los calabacines cortados dentro del varoma y programamos 25 minutos a temperatura Varoma y velocidad 1.
- Ponemos en un bol la leche y la maicena y lo mezclamos para que se disuelva. Reservamos.
- Agregamos al el vaso la cebolla cortada en cuartos y el aceite y troceamos 5 segundos a velocidad 4.
- Añadimos el bacon en taquitos y sofreímos 8 minutos a temperatura Varoma y velocidad 1 sin el cubilete. Podemos poner el cestillo sobre la tapadera para que no salpique.
- Incorporamos el calabacín al vaso y troceamos 3 segundos a velocidad 4.
- Agregamos la maicena disuelta en la leche, los huevos, el queso rallado, la sal y la pimienta y mezclamos 8 segundos a velocidad 3 con giro a la izquierda.
- Colocamos el relleno en la masa y horneamos durante 25-30 minutos a 180ºC con calor arriba y abajo hasta que esté dorada la superficie.
Ya veis en las fotos la pinta tan rica que tiene. Además es una receta que nos puede servir si tenemos que comer de tupper y que aguanta perfectamente varios días en la nevera y luego simplemente dándole un calentón ya tenemos lista la cena.
Espero que os haya gustado.
¡Nos vemos pronto!
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